lunes, 27 de octubre de 2008

Entrevista a Magaly Medina por Terra Magazine - Paola Ugaz

05 de octubre de 2007
Paola Ugaz

Terra Magazine: ¿Qué sentiste al salir en la "encuesta del poder" como uno de los personajes mas poderosos de la televisión peruana?

Magaly: Uno no debe creer mucho en esas cosas. Finalmente, el rating te da la idea de que la gente te ve, pero yo no soy muy crédula de la influencia que puedas tener como líder de opinión por eso. Hay una promoción que hace el canal respecto de esto, como estrategia de marketing, pero a mí no me produce absolutamente nada; no me considero un líder de opinión, me considero una persona que entretiene, ya que la gente se ríe conmigo y se olvida de sus problemas durante una hora. Si yo le pido a la gente que haga algo, no lo va a hacer. ¿Cuál sería entonces mi influencia? Hay gente que se cree esto de que eres líder de opinión: (Augusto) Ferrando, por ejemplo, que dijo si no votan por tal candidato se iba de la televisión y recibió un portazo en la cara de la gente. ¿Por qué? Porque la gente es demasiado inteligente, opina y elige a los gobiernos que desea. Esa idea de que los que están en la televisión tienen una enorme influencia es falsa. Me dan risa algunas asociaciones de personas que dicen que hay que cambiar la televisión, que los niños ven algo malo. Mañana se van a olvidar de todo. La televisión es tan volátil... Mañana me dejan de ver y adiós encuesta del poder, adiós todo...

Terra Magazine: ¿Quiénes son los que tienen el poder en la televisión?

Magaly: El único que tiene una real influencia es el público, con su control remoto; es el que te dice 'hoy te veo, mañana no te veo'. ¿Por qué lo hace? Nadie lo sabe. Aquel productor que descubra la fórmula mágica se hará millonario. Yo respeto a la gente (empresarios, políticos e intelectuales) porque han votado por mí, los respeto por haberme puesto en el grupo de periodistas más notables de Perú, pero no me la creo. Es un honor estar al lado de la Chichi (lo dice riéndose; la referencia es para la periodista Cecilia Valenzuela). Imagínate si me la empiezo a creer... Prefiero verlo así, de lejos, como si hablaran de otra persona, porque el día que me comience a creer que tengo mucha influencia voy a terminar con un ego que me lo pueden desinflar en cualquier momento. No quiero ser una pobre imitación de Cecilia Valenzuela: ella sí se lo ha creído, es alguien que sí se ha creído que es líder de opinión, que es abanderada de una causa, y finalmente no es más que abanderada de su propio ego.

Terra Magazine: ¿Cuándo conduces tu programa dejas atrás la timidez con la que te mueves en tu vida cotidiana?

Magaly: Hay mucho de mí en el personaje de la TV, pero algunas audacias que de repente no me atrevo a hacer en mi vida privada sí las llevo a cabo en el set. Soy una persona que ha sido muy tímida y a la que la televisión transformó. Es como si hubiera tomado un curso intensivo de "clown": allí hago muchas cosas locas que a veces hago dentro de mi círculo familiar o con mis amistades más íntimas. Mi lengua venenosa siempre me ha acompañado, eso sí, y la ejercito bastante (risas). Pero esas cosas audaces que a veces digo... ¡Qué vergüenza! Ocurre que la cámara me da confianza. Hace poco estuve en el cumpleaños de mi hermana y se me ocurrió hacer unas payasadas; mi hermana me dijo entonces: "siempre tratando de llamar la atención, no puedes dejar de hacerlo". Desde chiquita es así: llegaba a las fiestas al final para que todos me miren. Pero en el plano de conocer a un hombre soy la mas tímida del mundo, y más si es que el me interesa; no le hablo, y soy capaz de no hablar por horas.

Terra Magazine: Tu invento y juguete favorito es "Chollywood". ¿Por qué tratas a sus miembros con tanta acidez e ironía?

Magaly: Siempre me he reído primero de mí y después de los otros. Y en televisión adquieres cierta soltura y cancha para seguir en esa línea. Es que Chollywood no es para ser tomado en serio. Surgen personajes, y si no, hay que crearlos. Tienes el hijo de (Jaime) Bayly, a Cielo, la novia de Farid, una chica vacía que se la pasa fumando marihuana... Es eso lo que hace que la gente se ría. No voy a tomarme a Chollywood en serio... Por eso me río cuando nuevos conductores dicen "haremos programas de buena leche". No es que tenga mala leche, yo sólo busco hacer reír. De 9 a 10 de la noche la gente se quiere reír un poco. Claro que a veces también tratamos temas serios. Todos mis esfuerzos apuntan a perfeccionar mi sentido de humor, todos mis esfuerzos van hacia ese lado. Me encantaría tener un guionista, porque yo improviso en el camino. Es mi frustración recurrente: a veces digo "hoy no estuve graciosa para nada", y mi productor (Ney Guerrero) me contesta que no todos los días se puede meter un gol.

Terra Magazine: ¿De qué personajes de Chollywood te ha gustado más revelar intimidades?

Magaly: Últimamente, la boda del pizzero: la telenovela del sueño de una cadena de pizzerías que es disputada por una modelo argentina y una veddete peruana. Fue algo que creamos nosotros. El pizzero no era nadie, y fuimos creando la telenovela poco a poco. Ideamos la serie, el personaje del pizzero, al que bautizamos "Brad Pizza", y fuimos avanzando. ¿Por qué la gente lo ve? Porque da risa. Se trata, insisto, de un programa que no debe ser tomado en serio. Pero hay cosas que sí hacemos en serio: cuando hacemos un especial de los niños picapedreros, por ejemplo. Eso es devolver algo a la comunidad que nos sigue y nos apoya, de alguna forma.

Terra Magazine: ¿Alguna vez has tenido un incidente violento mientras conducías el programa, a raíz de una mala reacción de algún invitado?

Magaly: Una vez invitamos a "Chibolín" (el imitador Andrés Hurtado) y no tomamos las precauciones del caso. Entonces él trato de ponerme una chata de ron en la boca y nadie hizo nada para ayudarme, se quedaron congelados. Luego, Chibolín me pidió disculpas, pero él busco que pase vergüenza en cámara, pero la que tiene que dominar en el set soy yo. A partir de allí, tomo precauciones con las personas; alejamos los vasos y las botellas, y hay un hombre de seguridad en el set por si surge un problema.

Terra Magazine: ¿Sabes que estudian "el fenómeno Magaly" en el curso "Sociología de la comunicación" de la Universidad Católica?

Magaly: No lo sabía, pero supongo lo que dirán: algo así como "la magalyzacion de la sociedad peruana", ¿no? De algo me he enterado porque mi hijo -a pesar de que en principio no quería- estudia periodismo y me cuenta lo que dicen sus profesores. Yo me pregunto por qué hay profesores que se niegan a lo que existe. No puedes desaparecer a un programa de la televisión, tienes que analizarlo. Mi programa no es popular, yo no tengo D-E (sector económico y social de escasos recursos). Para mi es extraño que el D-E no me vea. Como es extraño también que me vean los más pensantes de este país, la elite, la gente con la economía mas saludable. No es políticamente correcto decir "yo veo a Magaly", pero a la hora de la verdad están ahí. Son unos hipócritas totales, porque luego critican el programa en público. Además, otra cosa que dicen es que se trata de un programa "chicha" (vulgar y amarillista), pero ¿qué culpa tengo yo de aparecer en los periódicos "chichas"? (¡y encima con información tergiversada!). Antes los chismes eran para las amas del sector programa: igual estoy muy agradecida de que me vean, lo digan o no lo digan; cuando voy a los restaurantes en Lima, la gente es muy amable conmigo, las señoras y señores me saludan con aprecio.

Terra Magazine: ¿Cuánto cambió la periodista de prensa escrita respecto del personaje de la televisión?

Magaly: Me he vuelto una cínica, porque yo proclamaba y pedía otro tipo de cosas a los personajes de la televisión, pero me volví yo misma muy "televisiva" a lo largo del año y medio en el que salí en la sección de espectáculos de un noticiero. Descubrí otro medio, e intuitivamente empecé a hacer televisión como lo hago hoy. Al principio, yo quería hacer televisión criticando a la televisión, pero la gente me pedía chismecitos. En el arranque era un mono con metralleta que disparaba a todo el mundo, sin asco. Ahora me he convertido en una "lady". ¿No te has dado cuenta?

Terra Magazine: ¿Por qué, aprovechando el éxito en Perú, no has internacionalizado tu programa?

Magaly: Lo he intentado, pero abandoné porque el dueño de mi canal (Angel Gonzales, propietario de ATV, Andina de Radiofusión), un señor muy poderoso, dueño también de una cadena grande en Sudamérica y Centroamérica, me contactó con Jim Mac Namara, quien era en ese entonces CEO de Telemundo y uno de sus mejores amigos, pero no pasó mucho. Mc Namara tenía mucha influencia y me ayudó con algunos contactos propios, pero al final nadie me llamo, así que entendí el mensaje. Angel Gonzales me prefiere acá; fuera del Perú perdería control sobre mí, y acá soy la gallina de los huevos de oro. Lo entiendo, lo comprendo, pero no comparto su idea, de hecho dejé de hablarle dos años por esto, pero él es el dueño de mi canal, finalmente. Tampoco me iba a morir... En Perú tengo al público de mi lado.

Terra Magazine: ¿Es cierto que tu programa y la revista de espectáculos que editas facturan 30 millones de dólares al año?

Magaly: Esas informaciones son falsas en todo sentido. La revista me ha costado dos años de inversión para que pueda empezar a vivir de la publicidad. Cuando construí mi casa decían que vale un millón y medio de dólares. Sobre mí se exagera mucho. Ya hubiera yo querido trabajar en las épocas de Gisela Valcárcel, que se llevaba "la plata": ella ganaba un millón de dólares al año, y yo llegué a la televisión cuando estaba en muy mal estado y recién ha empezado a recuperarse. A mí me pagan una cantidad global, y todos mis trabajadores están en planilla y tienen seguro social; de la plata que cobro salen las gratificaciones. Yo estoy bajo la mirada de todo el mundo, sino la Sunat (recaudadora de impuestos) y el ministerio de Trabajo me caerían encima. El dinero que te queda después de todo esto no es mucho. Encima gasto dinero en la seguridad de mis familiares... Estoy buscando hacer otro negocio paralelo, de hecho. Pero la verdad es que no podría dejar de trabajar: es como una droga para mí. Espero que mi situación mejore en los próximos contratos, ya que el mundo publicitario está mejorando en Perú.

Terra Magazine:¿Qué te ha quitado la fama en estos diez años?

Magaly: No tengo tiempo para escribir; sólo escribo correos electrónicos... El programa me quita mucho tiempo. Cuando reniego y tengo mis crisis existenciales es porque no tengo tiempo para mis libros, pero de todos modos leo cada vez que puedo: en la dentista, en el camino al programa... Leo con delicia a mi Blanca Varela, a mi Octavio Paz, cada vez que estoy deprimida. Y sigo leyendo poesía. Tampoco puedo ir al cine, porque se arma un alboroto tremendo. Sólo veo películas en casa o cuando salgo fuera del país La televisión te absorbe tanto que es como estar casada y con hijos: no tienes tiempo de vacacionar, no puedes hacer nada, no puedes proyectar a futuro casi nada.

Terra Magazine: Nunca fuiste al Servicio de Inteligencia (SIN) que dirigía Vladimiro Montesinos pero se te quiso involucrar -sin éxito- con el régimen de Alberto Fujimori. ¿Pero tuviste problemas en tu programa durante esa época, no?

Magaly: Sí, muchos, porque era crítica de (la conductora de TV) Laura Bozzo, y ella era muy poderosa, no se la podía criticar. Me prohibieron hablar de ella y de todos modos lo hice, asi que me gané su odio. Era una intocable, y yo pasé un reportaje sin autorización. Creo que ella fue a reclamarle a Montesinos: Me dí el gusto de mostrar ese reportaje a pesar de que había una persona (un censor de esa época) que merodeaba por ahí, que miraba los cuadros cuando hacía el programa. Luego tuve otra gran discusión con los hermanos Winter (otrora dueños de Frecuencia Latina), cuando me prohibieron entrevistar al crítico periodista César Hildebrandt. Los desobedecí totalmente y lo entrevisté en su casa. Me dijeron que si lo mostraba me exponía a que me rescindieran el contrato, y tuve entonces, sobre todo con Mendel Winter, grandes discusiones. Luego armé con Mendel una relación de respeto y amistad. Yo gritaba mucho en esas discusiones porque soy muy apasionada para defender mis ideas. No me gusta que me prohíban cosas. Hildebrandt me llamó antes de que mostráramos la nota y me dijo: "no sólo te arriesgas tú, también arriesgas a todo tu equipo". Pero lo saqué y no pasó nada. Nunca me llamaron al SIN ni me contaron absolutamente nada.

Terra Magazine: ¿Cómo ves el periodismo peruano en la actualidad?

Magaly: Todos son hipócritas. Vladimiro (Montesinos) no descubrió que los empresarios se venden a todos los gobiernos, eso no es novedad. Pero logró pruebas concretas, los grabó, aunque eso lo sabíamos todos en las redacciones, de toda la vida: los dueños de periódicos, de revistas, de canales han tenido sus tratos por la cuestión de la publicidad. Por eso venir a santificarse... (Baruch) Ivcher (actual dueño de Frecuencia Latina), la Valenzuela... ¿Quieren santificarse? Yo creo que todos tienen rabo de paja, y por eso son dueños de canales. Ellos negocian con el poder; algo que nunca debieron hacer, porque no son comunicadores, son empresarios que sólo ven billetes y que fomentan el lobby (grupo de presión) para hacer de su empresa algo lo más rentable posible. A los periodistas nos tratan como la última rueda del coche. Y los directores de prensa se convierten en las ovejitas: hacen lo que los dueños les piden, por eso tenemos a gente como Cecilia Valenzuela, Alamo Pérez Luna y Gilberto Hume, que hacen lo que les pide el amo y encima le lamen la mano. Debería regresar César Hildebrandt a la televisión peruana. No tengo con quién pelearme, así que él es necesario; es un personaje que se autodestruye a veces, pero también es un tipo que hace falta, una voz que no está y que es buena porque nos obliga a todos a no ser tan dóciles. ¿Dónde está la critica? Los periodistas son la voz del pueblo, la voz de la denuncia, de la investigación... ¿Dónde están?

Terra Magazine: ¿Alguna vez Magaly Medina dejará el espectáculo y se dedicará a la política?

Magaly: No, ahí sí que no me metería. A la política no la respeto nada, la política es mucho más cochina que todo. Me amargaría mucho, me saldrían canas de estar ahí. Mi nicho de mercado es la TV. Me digan lo que me digan, creo que no lo voy a cambiar.

Fuente: cl.terra.com

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